Gideon la Novena - Tamsyn Muir

Sinopsis

El Emperador necesita nigromantes. La nigromante de la Novena necesita una espadachina. Gideon tiene una espada, unas revistas guarras y ninguna paciencia para tonterías con los muertos vivientes.

Después de haber sido criada por profesoras antipáticas y osificadas, sirvientes vetustos y una infinidad de esqueletos, Gideon está lista para abandonar una vida de servidumbre y un más allá como cadáver reanimado. Mete su espada y sus revistas guarras en la maleta y se prepara para su audaz escapada. Pero su némesis de la infancia no piensa dejar que se libere así como así.

Harrowhark Nonagesimus, reverenda hija de la Novena Casa y extraordinaria bruja de los huesos, ha sido convocada. El Emperador ha invitado a los herederos de cada una de sus leales casas a una prueba mortal que someterá a examen su inteligencia y sus habilidades. Si Harrowhark Nonagesimus tiene éxito, se convertirá en una sirviente inmortal y todopoderosa de la Resurrección, pero ningún nigromante ha sido capaz de conseguirlo sin la ayuda de su caballero. Sin la espada de Gideon, Harrow fracasará y la Novena Casa terminará por desaparecer.

Y hay cosas que es mejor dejar muertas.

Opinión personal

El libro me ha gustado, pero sales con más dudas que con las que entras.

Está escrito desde el punto de vista de Gideon como si te lo contara ella misma, con su vocabulario e impresiones, por lo que deduces más que te informa el sistema de magia que hay en la historia.

La parte buena es que llegas a conocer muy bien a la protagonista, pero por otra parte, también acabas por desconocer el sistema de magia o el entorno, ya que en su mayoría, Gideon no lo presta atención, y es una pena, ya que podría dar mucho más juego el saber cómo funcionan los hechizos o por qué son diferentes los nigromantes según cada casa.

Ya partiendo de esto, fue llegar a la Morada Canaán y ponerse muy interesante el libro, porque como partes con la misma información que los representantes de cada casa, no sabes qué esperar del lugar. 

Hay un momento en particular de su estancia, en el que temí por la integridad de Gideon, no sólo por la prueba, sino por cómo reaccionó Harrow. En efecto, estoy hablando de la primera prueba. A parte de que la criatura era aterradora, por fin se ve un poder nigromántico que no conlleva crear esqueletos en Harrow.

A partir de ahí la trama se complica y era muy difícil parar de leer. Me encariñaba con unos personajes mientras que sospechaba de otros, a la par que Gideon y Harrow no dejaban de atacarse gratuitamente sólo por el mero hecho de existir.

En cuanto a esto último, al principio parece hasta gracioso el que se leven mal, pero después te quedas en plan, que sí Gideon, que sí, que ya me he enterado de que no te cae bien, que sí... y tú Harrow, no la pinches...

Ahora en serio, el libro está muy bien y no te aburres aunque quieras, ya que por la forma en la que está narrado, cuando uno de los personajes empieza a ponerse pesado hablando, Gideon le deja con la conversación a medias y lo comenta quitando importancia al momento.

Personaje preferido

Palamedes Sextus, por su personalidad calmada, porque es el nigromante que comenta algo del funcionamiento de la nigromancia y parece de los más sensatos del lugar.

Puntuación

8/10