Territorios sonámbulos - Alberto Trinidad

Portada del libro Territorios sonámbulos


Sinopsis


Después de sufrir un accidente de tráfico, Sergio Almada despierta en la cama de un hospital con un trastorno de amnesia parcial transitorio.

A medida que se reincorpora a su rutina diaria, comienza a echar de menos algunos elementos que intuye cruciales: ¿el amor de su vida?, ¿una novela que había empezado a escribir y lo tenía en vilo? Sin embargo, nada de ello parece pertenecer a esa «nueva vida».

Solo la compañía de Elisa, la intrigante chica que lo atropelló, y de Álvaro, quien asegura ser su mejor amigo, lo hacen sentirse cómodo.

Paralelamente, un reducido grupo de sonámbulos se reúnen en torno a ritos dirigidos por misteriosos Grafólogos.

En ellos comentan las particularidades de los fragmentos que, desde hace un tiempo, escriben inconscientes en sus deambulaciones nocturnas.

Opinión personal


Definitivamente, esta novela no ha sido para mí, me ha costado conectar con los personajes y me he sentido confusa el 80% del tiempo.

La novela está narrada desde diferentes puntos de vista, donde el que predomina es el protagonizado por Sergio y se intercala con los avances que tienen el grupo de sonámbulos.

La historia que protagoniza Sergio empieza con el accidente que tuvo de tráfico y el cómo trata de rellenar las lagunas de su memoria con la ayuda de familiares y amigos, a la vez que recuerda que antes de ello estaba escribiendo una novela, la cual, no recuerda el dónde puede estar, pero sí toda la trama.

Esto llama la atención del lector en cuanto la voz del protagonista de esta empieza a narrar toda la novela que estaba escribiendo Sergio en su día a día. El problema es que no hay un patrón de cuándo va a hablar, se entremezcla con los diálogos o escenas en las que se encuentre Sergio y te hace perder el hilo tanto de la historia de su novela como de la historia de Sergio.

Otro punto negativo que he tenido a lo largo que leía es la forma en la que está escrito el libro, tan pronto encuentras diálogos con los típicos guiones, como tienes páginas enteras con "alguien dijo esto, me respondió aquello" o te encuentras en cursiva los diálogos con su personaje, como te puedes encontrar una combinación de los tres, haciendo muy pesada la lectura.

Por otro lado, Sergio se desvía de lo que está haciendo y se pone a filosofar o a pensar en cualquier otra cosa en la menor ocasión, encontrándote capítulos en los que no ha sucedido nada relevante o en los que se repite dando vueltas a algo que le ha llamado la atención.

Si esto sucediera en un par de capítulos no me molestaría mucho, pero es una constante en cuanto pasas los primeros capítulos, y si se pone a filosofar igual te encuentras con capítulos de más de 20 páginas en los que si encuentras un punto y aparte para descansar te parece un milagro.

Tampoco ayuda la personalidad del protagonista, con el que no sólo no he conseguido conectar, sino que me ha llegado a caer mal por su comportamiento con la gente que le rodea que no sea Elisa, si no eran Elisa te quedabas pensando por qué seguían con él.

En cuanto a los sonámbulos, sus capítulos suponían un respiro, con una trama interesante en la que trataban de descifrar un mensaje que entre todos habían escrito mientras estaban sonámbulos.

Estaban muy bien organizados, y te permitía como lector unirte a crear hipótesis o intentar descifrar el enigma con ellos.

Respecto al final, tenía dos hipótesis y coincidió con una de ellas, y fue lo que le dio algo de sentido a los capítulos de Sergio.

Ya para finalizar, quiero dar las gracias a la editorial Oblicuas y a Babelio por la oportunidad de leer esta historia, aunque no haya logrado conectar con ella.

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Personaje preferido


Álvaro, porque es de los personajes más alegres que están en la novela.

Puntuación


3/10

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