Días sin sol - Félix García Hernán

Portada del libro días sin sol


Sinopsis


Tres víctimas de la crisis económica que asoló el mundo hace unos años contactan casualmente a través de una plataforma digital y deciden unir sus fuerzas para propiciar una cumplida venganza de quienes les han llevado a esa situación.

Días sin sol nos muestra un crudo retrato de esos banqueros, magistrados, funcionarios corruptos y otros personajes deshonestos que fueron los protagonistas perniciosos de una época en la que muchos pensaron que el sol ya no volvería a iluminar sus vidas.

Una vez más, con una prosa incisiva, arrolladora y precisa, Félix García Hernán se revela como un hábil constructor de tramas tan vibrantes como vertiginosas en las que, unida al indudable carisma de sus personajes, no olvida, en lo que ya es una característica común de todas sus obras, la denuncia social.

Días sin sol confirma el talento de un autor que sabe mirar con una sensibilidad especial a unos personajes llamados a perdurar en nuestra memoria.

Opinión personal



Me ha gustado, aunque algunas partes de la historia me han enganchado más que otras. Ya no por la trama en sí, sino por los personajes protagonistas de ese momento.

En este libro nos encontramos ante la venganza de unos personajes que de primeras, tienen mucho que ganar y poco que perder en lo que aparentemente es un "crimen perfecto". De hecho, creo que si Cesar no hubiera sido así, habría sido todo un éxito.

Por un lado, tenemos a tres justicieros, que tras meses de hablar en los foros de La Razón, deciden conocerse y pasar a la acción. Son un grupo muy variopinto, ya que tenemos a una banquera de Segovia (María), a un funcionario de Madrid (Eduardo) y a un ex-caddy master de Marbella (César).

Con los dos primeros empaticé desde el principio, pero en el caso de César... se me atragantó desde la segunda página. No me gustaba su personalidad, y a la vez entendía que era la que mejor encajaba con la historia.

En cuanto a la historia, tenemos dos escenarios, el de los justicieros donde van llevando a cabo el plan de César, y el de los policías, donde Javier tratará de reunir las pruebas necesarias para conectar a tres personas con tres asesinatos cuanto todas tienen una coartada.

Los capítulos van entremezclando lo que sucede en los diferentes equipos, de forma de que cuando es que la policía logra encontrar un hilo del que tirar, llega una escena del plan medido al milímetro creado por César que hace que sea otro callejón sin salida, que, aunque haga que la policía se acerque a la verdad, no pueda hacer nada al respecto.

Me ha encantado el cómo ha llevado a cabo el plan César, lo reconozco, pese a lo mal que me ha caído, no he podido dejar de admirar lo bien que ha organizado todo y como tenía planes por si todo salía mal.

En la primera mitad del libro, estaba más del bando de los justicieros, ya que por la organización y el cómo acababan con los objetivos, pensaba, ostras, parecen profesionales.

Pero en la segunda... sólo por el comportamiento de César con María hizo que me pasara al bando de los policías. No me pareció justo el cómo se portó con ella, reclamando algo que no estaba pactado. En ese momento, María pasó a ser uno de los personajes que más me preocuparon hasta el último capítulo.

En cuanto a la policía, me resultó curioso el cómo Javier, sin estar asignado al caso, demostraba ser el mejor para hacerse cargo de él, consiguiendo información a través de Fernando.

Era frustrante ver el cómo no podían hacer gran cosa para encontrar las pruebas que necesitaba Javier para poder arrestar a sus claros culpables. Esto me llamó mucho la atención, el cómo Javier ataba cabos con tanta facilidad, y el cómo jugaba en el límite de la legalidad para confirmar sus sospechas.

En cuanto a su equipo, el compañerismo es lo que mejor lo describe, tanto por su fiel amigo Fernando, como en las actuaciones de Raúl. Los capítulos policiales se me pasaban volando, ya que sus personajes no dejaban que el caso se estancara.

Por otro lado, cuando había algo de calma, regresaba el momento de ver cómo María trataba de salir de la comprometida situación en la que César la obliga a estar. Aquí me sorprendió la gran cantidad de ideas y cosas que fue capaz de llevar a cabo la segoviana.

En cuanto al final, me gustó al ser algo que según avanzaban los últimos capítulos, esperaba que sucediera. No algo exactamente así, pero sí algo similar.

Ya para finalizar, quisiera dar las gracias a la Editorial Alrevés y a mis compañeras de #Yincaneras por darme la oportunidad de leer esta novela.






Personaje preferido


En esta ocasión tengo uno preferido de cada uno de los bandos, de los "justicieros", mi preferido era Eduardo, mientras que de los "buenos" era Raúl.

Puntuación


8/10

Comentarios

  1. César es un personaje odioso desde el minuto uno. Y eso forma parte del buen hacer del autor. Jugar con lo correcto y lo justo me ha tenido en vilo, y la escena de Javier y Fernando es de quitarse el sombrero.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  2. Es una novela que te mantiene en tensión y te hace plantearte muchas cuestiones, pensar como actuarias en determinados momentos. Muy recomendable

    ResponderEliminar
  3. ¡Hola!
    Estoy de acuerdo contigo en lo que dices que hay partes que quizá enganchan algo menos. A mí me ha pasado lo mismo con lo de pasarme al bando de los policías. De hecho ahí me ha dado un poco de sensación de irrealidad. Pero, de todos modos, he disfrutado la lectura, la verdad es que es muy recomendable.
    Un besote!! ^,^!!
    ELEB 💜

    ResponderEliminar
  4. Ha sido una buena labor la del autor, que ha hecho que en un principio nos pusiéramos del lado de los vengadores, a pesar de lo mal que nos pudiera caer César, porque entendíamos sus motivos, y luego nos pasamos al bando del bien. He disfrutado mucho con la historia y me ha encantado leer de nuevo al autor.
    Besos.

    ResponderEliminar
  5. Es que César es inaguantable desde el minuto uno, cosa que no pasa con el resto de personajes, con los que sí llegamos a empatizar. Muy buena reseña!
    Besotes!!!

    ResponderEliminar
  6. Desde el momento en que reflejan que César es un maltratador, es imposible que nos caiga bien, aunque en ciertos momentos comprendamos otras facetas de sus motivaciones en otros asuntos. Tu blog se parece al mio, o el mio al tuyo mas bien, no me habia dado cuenta Evi, je. Nos vemos a la próxima. Besote

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Eso es porque las grandes mentes piensan igual, y el color negro siempre queda bien jajaja.
      ¡Nos vemos en la próxima!

      Eliminar
  7. El personaje de César está hecho para eso seguramente, olé por el autor, porque aunque no lo aguantemos, le va genial a la trama tal como dices. Una novela que engancha y que tiene dos bandos que se diluyen. Recomendable. Un abrazo.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

¿Quieres comentar algo?

Entradas populares de este blog

Nessie 2: Secretos de un Monstruo - Dalia B. Rodríguez

El libro del Búho - Diego Pérez Martínez

El Diario de la Mente - Gonzalo de Toro